Atlético
Huanguelén cerró, el pasado domingo, una floja temporada en la categoría
superior. Del comienzo alentador al ocaso inevitable: el Verde pasó de ser un
firme protagonista (ganó siete de los primeros diez cotejos) a ser el equipo de
peor rendimiento en las siguientes diecinueve presentaciones. En el global: perdió
más partidos de los que ganó, sufrió más goles en contra de los que convirtió
(aun cuando mantuvo su poderío ofensivo), encadenó una serie de siete partidos
sin victorias y cayó en el primer cruce del Apertura, en el comienzo del
Clausura perdió seis en fila (una de las peores rachas del último
medio siglo) y, luego de diez años, llegó a su último encuentro sin chances.
Ramiro Palacio fue el goleador de la campaña con 24 tantos en 28 encuentros.
De mayor a menor. De la ilusión al desencanto, sin medias
tintas, fue la campaña de Atlético Huanguelén. De un equipo que supo pelear los
puestos de vanguardia en el primer tercio de la temporada a otro que, en los
dos tercios restantes, encadenó una letanía de pobres rendimientos y peores
resultados.
Impulsado por el envión de la temporada precedente
(disputó las Semifinales de los cruces del Clausura y plasmó el mayor promedio
de goles convertidos del último medio siglo) y con notorias ausencias Atlético
inició el año en un nivel que, cuanto más, invitaba a la ilusión y, cuanto
menos, hacía presagiar un epílogo distinto del que fue.
A la décima fecha del Apertura, y desde un récord sin antecedentes
inmediatos (siete triunfos, dos empates y una derrota), el Verde logró
posicionarse muy bien: escolta de la Zona “A”, a tres puntos del líder
Deportivo Sarmiento y con ocho de ventaja sobre los terceros, amén de ser –solo
por debajo del Verdirrojo- el segundo equipo con más unidades cosechadas sumando
ambas zonas.
Aquel Atlético, aquella versión del primer tercio, lejana
a la vista de la que le siguió, disimulaba las ya evidentes falencias
defensivas con su poder de gol: Ramiro Palacio, en esos primeros diez
encuentros, firmó 16 de los 24 tantos con los que cerró su temporada más
efectiva. Por supuesto, ese poderío ofensivo no fue casual: el equipo cuajó,
por entonces, grandes rendimientos colectivos e individuales; entre ellos una
actuación para guardar en el recuerdo en un 2-0 a Blanco y Negro, en Coronel
Suárez, el miércoles 16 de mayo.
A partir de allí nada fue igual. El equipo sufrió una
drástica metamorfosis: pasó de ser un firme protagonista a ser uno de los
peores, sino el peor, de la Liga. Literalmente. Aun cuando subyace la idea (la
certeza) que el Verde –por material, por antecedentes, por infraestructura- no
lo es. No obstante los números grafican una realidad irrefutable: entre las
ocho fechas restantes y la totalidad del Clausura fueron Atlético Huanguelén y
Peñarol de Guaminí, con apenas trece unidades, los dos conjuntos que menos
sumaron de los veinte participantes e, incluyendo la derrota en la primera
instancia de los cruces del Apertura, sobre 19 encuentros ganó solo tres, empató
cuatro y perdió doce.
En este último y extenso período de la temporada el
Aceitero evidenció, mayoritariamente, un escaso volumen de juego y de llegadas,
profundizó sus problemas defensivos (terminó promediando más de dos goles en
contra por partido), falló en lo colectivo y no hubo individualidades que lo
rescataran, lució desgastado, anárquico y sin rumbo. Nunca pudo revertir la
situación.
A los esperanzadores diez cotejos iniciales, le siguieron
siete sin triunfos (incluidas sendas goleadas ante Peñarol de Guaminí –el
comienzo de la debacle- y Deportivo Sarmiento) y una sufrida victoria en la
última fecha (2-1 a Tiro Federal, en Villa Belgrano, con un penal atajado por
Federico Van der tuin a los 47 minutos del segundo tiempo) para poner a salvo
una localía en los cruces que dos meses atrás parecía asegurada.
A la derrota en los Playoff (1-2 vs. Club Sarmiento) le
siguieron otras cinco en el comienzo del Clausura. Seis en fila. Una de las
peores rachas del último medio siglo, solo superada por los ocho partidos perdidos
consecutivamente en 1979 y los siete de 1991 (cuando Atlético no conoció la
victoria en toda la temporada).
Solo dos partidos ganó en el Clausura. En la sexta fecha
volvió a imponerse a Tiro Federal de Villa Belgrano y en la octava, en un
alocado encuentro, venció a Unión Pigüé por 5-4 gracias a un cabezazo de Juan
Cruz Balvidares en el minuto 95. Esta última, un bálsamo a tanta herida, solo
demoró un desenlace anunciado, previsible e inevitable.
En Pueblo San José, el pasado domingo, Atlético por
primera vez en diez años (desde 2008 no ocurría) cerró la temporada con solo el
honor deportivo en juego. Para cumplimentar con las formalidades del fixture.
Apenas. Una imagen diametralmente opuesta a las primeras del año.
Todos
los números de la temporada 2018:
-29
partidos
jugados.
-10
partidos
ganados. Cinco de local y cinco de visitante.
-6
partidos
empatados. Cuatro de local y dos de visitante.
-13
partidos
perdidos. Seis de local y siete de visitante.
-6
partidos
consecutivos perdió sumando el cruce del Apertura y las primeras cinco
presentaciones del Clausura. Una de las cinco peores rachas del último medio
siglo. Ocho encuentros en fila perdió Atlético en 1979, siete en 1991 (cuando
transcurrió todo el año sin triunfos) y seis en 1978, en 2013 y en la presente
temporada.
-36
puntos
sumó en la temporada: 30 en el Apertura y seis en el Clausura.
-41.4
por
ciento de eficacia (obtuvo 36 puntos sobre 87 en juego). Desde 1996, cuando se
disputan solo torneos de Primera División, y sobre veintitrés temporadas solo
en seis (2003, 2007, 2009, 2013, 2014 y 2015) el coeficiente fue más bajo.
-55
goles
convirtió en la temporada. A razón de 1.90 tantos por encuentro es el tercer
promedio más alto desde 1996 (2.12 en 2017 y 1.93 en 2003).
-61
goles
le marcaron. Promedió 2.10 goles en contra por partido, la segunda peor marca
de 1980 a la fecha, sólo superada por la de la temporada 2013 (63 en 27
encuentros, con un promedio de 2.33). A Federico Van der tuin le convirtieron
58 en 28 partidos (el promedio de goles recibidos más alto en sus ocho
temporadas defendiendo la valla aceitera) y a Matías Schofer 3 en su único
cotejo, en la última fecha.
-33
jugadores
fueron utilizados en Primera División por el entrenador Javier Martínez. Se
considera sólo a quiénes sumaron minutos en la máxima categoría. Otros cuatro
hombres (Emmanuel Palacio, Joel Sternari, Lautaro Bauzá y Nicolás Rivero)
integraron el banco de relevos sin ingresar.
-11
jugadores
debutaron oficialmente en la Primera División de Atlético Huanguelén en la temporada:
Fernando Duarte, Matías Schofer (ambos refuerzos), Agustín Ferreyra, Valentín
Larragueta, Joaquín Stamm, Ian Larreategui, Tomás Martín, Rodrigo Diez, Enzo
Brai, Manuel Alonso y Gregorio Previsdomini.
-28
partidos
disputaron Federico Van der tuin, Ramiro Palacio y Emanuel Allen, quiénes
tuvieron más presencias en el año. Faltaron en solo un cotejo. Les siguieron:
Juan Cruz Balvidares y Nahuel Stamm, 27 encuentros; Germán Durand, 26; Gonzalo
Bravo y Francisco Pitano, 23; Eduardo Balvidares, 19; Daniel Musso, 18.
-113
partidos
consecutivos jugó Federico Van der tuin en la Primera del Aceitero. Tuvo
asistencia perfecta desde la primera fecha del Apertura 2015 a la penúltima
jornada del Clausura 2018.
-24
goles
en 28 partidos marcó Ramiro Palacio, el máximo anotador de la campaña. Superó
su mejor registro en Atlético (23 tantos en 2017) e igualó su anterior mejor
marca en la Liga: convirtió 24 en 2012 jugando en Empleados de Comercio. Eduardo
Balvidares (8 goles en 19 partidos) y Francisco Pitano (7 en 23 cotejos) completaron
el podio de los que más llegaron a la red en el año.
-14
jugadores
diferentes convirtieron a lo largo de la temporada. Además de los mencionados
hicieron su aporte: Marcos Previsdomini, con tres goles; Leonardo Rivero,
Germán Durand, Daniel Musso, Federico Bravo, Nahuel Stamm, Tomás Martín, Juan
Cruz Balvidares, Agustín Ferreyra, Elián Fibiger y Gonzalo Bravo, todos con un
tanto.
-5
jugadores
convirtieron por primera vez en la máxima categoría del Verde: Leonardo Rivero,
Germán Durand, Daniel Musso, Tomás Martín y Agustín Ferreyra.
-121
goles
en 246 partidos ha convertido Ramiro Palacio en la Primera División de Atlético
Huanguelén. Superó la marca de Leandro Omar Allen (117 tantos en 166
encuentros) como máximo goleador aceitero del último medio siglo.
-9
asistencias
cedió Juan Cruz Balvidares, el jugador con más pases-gol de la campaña, con la
particularidad que todos fueron en el Apertura. Ramiro Palacio, con 7 asistencias,
y Emanuel Allen, con 5, lo siguieron en este rubro.
-6.50
fue
el promedio “El Blog del Verde” de Ramiro Palacio a lo largo de 28 partidos
puntuables, el mejor jugador aceitero de la temporada para la página. Se
considera solo a quiénes fueron puntuados al menos en el sesenta por ciento de
los encuentros. Completaron el podio de los más destacados del año: Juan Cruz
Balvidares (6.00 en 27 partidos) y Gonzalo Bravo (5.83 en 23 partidos).
-10
expulsados
(Daniel Musso –tres veces-, Germán Durand –dos-, Federico Bravo –dos-, Eduardo
Balvidares, Gonzalo Kuhn y Gonzalo Bravo) y un informado (Emmanuel Palacio)
sufrió Atlético Huanguelén en la temporada.
-12
tarjetas
amarillas recibió Gonzalo Bravo según los registros oficiales de la LRF, el
jugador más amonestado del plantel. Germán Durand con 8, Leonardo Rivero con 7
y Juan Cruz Balvidares con 6, lo siguieron.
-10
penales
a favor tuvo Atlético Huanguelén en la temporada. Todos rematados y convertidos
por Ramiro Palacio: 3-3 vs. Independiente, 4-1 vs. Peñarol de Guaminí, 3-1 vs.
El Progreso, 5-3 vs. Empleados de Comercio, 2-1 vs. Independiente, 2-2 vs. San
Martín de Santa Trinidad, 1-2 vs. Club Sarmiento, 4-2 vs. Tiro Federal de Villa
Belgrano y dos en el 5-4 vs. Unión Pigüé.
-10
penales
le sancionaron en contra. Seis fueron convertidos: Emiliano Aliberti (3-3 vs.
Independiente), Cristian Torres (4-4 vs. Boca Juniors), Pablo Javier Cioffi (5-3
vs. Empleados de Comercio), Bautista Waigel (2-2 vs. San Martín de Santa
Trinidad), Gabriel Quintana (4-2 vs. Tiro Federal de Villa Belgrano) y Franco
Gianfelici (5-4 vs. Unión Pigüé). Cuatro fueron atajados por Federico Van der
tuin: a Gastón Gutiérrez (4-1 vs. Tiro Federal de Villa Belgrano), Emiliano
Aliberti (2-1 vs. Independiente), Braian Ruffa (1-5 vs. Deportivo Sarmiento) y
Franco Martínez (2-1 vs. Tiro Federal de Villa Belgrano).
-9
penales
atajó Federico Van der tuin defendiendo la valla de Atlético Huanguelén, récord
del club en el último medio siglo. Además de los cuatro de esta temporada les
contuvo penales a Mariano Fogel y Franco Belleggia en 2006, a Héctor Fogel en
2012, a Nicolás Cabral en 2015 y a Lucas Bollak en 2017. Atajó otros tres como
arquero de Peñarol de Guaminí.
-3
veces
lo dirigieron Ernesto Villalba, Juan Ariel Ferreyra, Eladio Haedo y Jorge
Romero, los árbitros que más le asignaron.
-9
jugadores
que conformaron el plantel de la temporada superan el centenar de partidos en
la Primera División de Atlético Huanguelén. Ellos son: Alejandro Van der tuin
(304 partidos), Gustavo Cascallares (278), Ramiro Palacio (246), Federico Van
der tuin (201), Eduardo Balvidares (160), Marcos Previsdomini (158), Gonzalo
Kuhn (153), Daniel Musso (106) y Juan Cruz Balvidares (104).
-
Primera
División 2016 / 2018 - Los números del ciclo de Javier Martínez como
entrenador:
-88
partidos
jugados.
-36
partidos
ganados.
-23
partidos
empatados.
-29
partidos
perdidos.
-131
puntos
acumuló en las tres temporadas.
-49.62
por
ciento de eficacia (obtuvo 131 puntos sobre 264 en juego).
-160
goles
a favor.
-128
goles
en contra.
-87
partidos
disputó Federico Van der tuin en estos tres años, el hombre con más presencias.
Le siguen: Ramiro Palacio, 86 partidos; Juan Cruz Balvidares, 80; Emanuel
Allen, 77; Daniel Musso, 62; Marcos Previsdomini, 61; Gonzalo Kuhn, 59;
Santiago Balvidares, 58; Francisco Pitano, 56; Gonzalo Bravo, 54; Eduardo
Balvidares y Gustavo Cascallares, 51.
-62
goles
en 86 partidos convirtió Ramiro Palacio, el máximo goleador del ciclo. Eduardo
Balvidares (17 goles en 51 partidos), Santiago Balvidares (16 goles en 58
partidos) y Francisco Pitano (14 goles en 56 partidos) lo escoltaron entre los
principales artilleros.