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| Foto: Gentileza Semanario Reflejos. |
Desde el vestuario se puso en ganancia el visitante. Apenas se disputaba un minuto cuando tras un córner jugado por Bautista Vigouroux y Recofsky sobre la derecha, una imperfecta definición de Rausch fue desviada por Alan Paz descolocando por completo a Van der tuin y engordando su estadística como verdugo de Atlético. Es el quinto tanto que el defensor le convierte, haciéndose presente en la red en los últimos cuatro triunfos de Club Sarmiento sobre Atlético (un 4-1 en 2015 y sendos 1-0 en 2016, los anteriores).
Sin embargo poco duró la ventaja sarmientista ya que a los 11 minutos igualó el dueño de casa. En una jugada de pelota parada Jorge Romero (de aceptable desempeño) observó una falta de Cayssials sobre Federico Bravo y marcó el penal. Con su habitual categoría y frialdad Ramiro Palacio definió a la izquierda de Litre para decretar la parcial igualdad y hacerse un lugar de privilegio en la historia del Verde.
Los dirigidos por Gatti no se amilanaron con la paridad y buscaron un nuevo desequilibrio. Firme en defensa y con un mediocampo que supo conjugar sudor y sesera en dosis equivalentes, el visitante desniveló desde la movilidad, generalmente por las bandas, de Bautista Vigouroux (por entonces un problema sin solución para la defensa albiverde) y el oficio de Pulgar.
Avisó el propio Vigouroux a los 21 y respondió Van der tuin. Y cinco minutos más tarde llegó el 2-1: tras un despeje defectuoso y un rebote sobre la derecha del ataque pigüense, el balón derivó a la posición de Pulgar –en el borde del área mayor-, éste pivoteó e hizo la pausa antes de descargar al ingreso en soledad de Alexis Palma sobre la izquierda para, con un disparo rasante y algo débil, vencer la oposición del “uno” local.
Ya desde entonces el ganador no tuvo pruritos para cuidar la ventaja, reduciendo el margen de error y apostando a alguna contra. Antes del descanso –a los 43 y a la salida de otra pelota parada- lo tuvo con un disparo suave de Cayssials que pasó a centímetros del caño izquierdo con Van der tuin atento a la acción.
En la segunda parte los dirigidos por Gatti apretaron sus dos líneas de cuatro y crearon un bloque casi impenetrable. El fondo respondió con solvencia en el juego aéreo y no se sonrojó a la hora de aventar el riesgo sin miramientos cuántas veces fuera necesario, Recofsky y Palma se prodigaron en su incansable despliegue por las bandas, Di Buo lideró la presión del medio, siempre respaldado por el silencioso y eficaz trabajo de Pazos en la ocupación de espacios y la lectura del juego, y apostó a los últimos arrestos de Bautista Vigouroux y Pulgar.
Atlético se vio superado. Tuvo escaso volumen de juego, perdió en el uno contra uno, con los delanteros inconexos no tuvo peso en el último cuarto de la cancha y, tanto cuando pudo progresar desde el juego asociado como cuando abusó del pelotazo, chocó con una defensa impenetrable.
Contó con sus chances el campeón vigente en el inicio del complemento: a los 7 Federico Bravo barrió providencialmente a los pies de Bautista Vigouroux cuando solo le restaba enfrentar al arquero local tras aprovechar una falla defensiva y a los 12 Van der tuin tapó un remate de Recofsky al finalizar un contragolpe.
Respondió Atlético a los 25 cuando Juan Cruz Balvidares ideó una jugada por la izquierda y envió el centro pasado para que Palacio, donde no suele perdonar, elevara un potente disparo.
A partir de allí, con uno en el plan de la resistencia con el orden y la solidaridad como banderas y el otro chocando hasta con sus propias limitaciones, el encuentro solo mantuvo el atractivo del resultado incierto.
Un tiro libre de Pazos a los 35 que pasó cerca del caño izquierdo y un disparo de Allen desde un ángulo cerrado a los 38 a la posición de Litre matizaron el tramo final.
Club Sarmiento, por su practicidad, por su eficacia y por su oficio, terminó por lograr un largamente merecido pasaje a la siguiente instancia de los cruces y revalidó sus pergaminos. Para Atlético será hora de barajar y dar de nuevo, de esperar el próximo torneo y procurar volver a aquella, lejana, versión de la primera rueda del Apertura cuando supo ser un firme protagonista.
La síntesis.
ATLÉTICO HUANGUELÉN 1 CLUB SARMIENTO 2.
Disputado en el Estadio “Juan Eduardo Christiani”,
domingo 29/7/2018.
ATLÉTICO HUANGUELÉN: Federico Carlos Van der tuin (5) – Juan Cruz Balvidares (5), Germán Durand (6), Federico Bravo (6) y Leonardo Rivero (5) – Emanuel Allen (5), Gonzalo Bravo (6), Marcos Ariel Previsdomini (6) y Nahuel Stamm (5; 27mST Ramiro Guevara) – Ramiro Palacio (5) y Francisco Pitano (5). DT: Javier Martínez.
CLUB SARMIENTO: Leandro Litre (6) – Danilo Rausch (6), Adrián Pomiés (6), Santiago Cayssials (6) y Alan Jesús Paz (7) – Mariano Ignacio Recofsky (6), Fabricio Di Buo (6), Braian Pazos (7) y Alexis Palma (7; 23mST Benjamín Vigouroux, 6) – Bautista Vigouroux (8; 34mST Sebastián Blanco) y Franco Pulgar (7; 39mST Alberto Arce). DT: Guillermo Gatti.
GOLES: 1mPT Alan Jesús Paz (CS), 11mPT Ramiro Palacio (AH) de penal y 26mPT Alexis Palma (CS).
AMONESTADOS: Emanuel Allen, Marcos Ariel Previsdomini y Gonzalo Bravo (AH), Santiago Cayssials, Alexis Palma, Mariano Ignacio Recofsky, Bautista Vigouroux y Braian Pazos (CS).
ÁRBITRO: Jorge Romero (6).
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117 goles, con el convertido –de penal- ante Club Sarmiento, suma Ramiro Palacio en sus 237 encuentros en la Primera División de Atlético Huanguelén. Alcanzó la línea como máximo artillero aceitero del último medio siglo de Leandro Allen, quien marcó esa misma cantidad en 166 partidos.
