Desde
una brillante actuación colectiva el Verde goleó 4-0 a San Martín, en Carhué, y
enfrentará a Automoto de Tornquist en la próxima fase. Nahuel Stamm, Ramiro
Palacio y Santiago Balvidares (dos) marcaron los goles. Fueron expulsados
Marcos Previsdomini y Juan Emilio Calzetta.
Con la claridad que indica el resultado y desde una
perfomance colectiva rayana a la perfección, Atlético Huanguelén vivió una
tarde para el recuerdo en Carhué. Doblegó 4-0 al siempre difícil San Martín y
se instaló en la siguiente fase de los cruces.
El triunfo estuvo dotado de tal autoridad y magnificencia
que merece un lugar de privilegio en la memoria del pueblo albiverde. Y como,
parafraseando al escritor alemán Jean Paul, el recuerdo es el único paraíso del
cual no podemos ser expulsados en eso anda Atlético. Inmerso en ese paraíso del
recuerdo fresco, en el regocijo del deber cumplido mientras las imágenes de la inolvidable
jornada se agolpan una tras otra. Sin perder de vista el horizonte y el
venidero choque con Automoto, pero con la certeza de que en la penúltima tarde
del impiadoso julio los muchachos enfundados de verde y blanco rubricaron una
de las más bellas páginas de la historia aceitera y una de las mejores
producciones, sin que tiemble el pulso al afirmarlo, de las últimas dos
décadas.
¿Por qué atesorar de tal modo este partido? Porque
Atlético dejó atrás la irregularidad del Apertura (sobre todo, aquella magra
cosecha de la primera rueda) e hizo “pata ancha” en rodeo ajeno. Porque asumió
la complejidad de un cruce como visitante y lo afrontó, paradójicamente, sin
complejos, en dosis iguales de seriedad y desparpajo. Porque sólo el triunfo le
servía y en función de ello jugó. Porque a los doce minutos ya había
establecido una ventaja de dos goles y no menguó en su vocación ofensiva. Tanto
en el abrumador dominio del primer tiempo como en el fértil terreno del
contragolpe en el segundo. Porque enfrente estuvo San Martín, minimizado en
esta tarde, pero un duro escollo –máxime para el Verde- siempre. Porque dejó
atrás una serie de ocho años y quince partidos sin vencerlo. Porque, amén de la
cantidad de situaciones posteriormente generadas, contó con la contundencia
necesaria en los momentos justos en un lance de eliminación directa, donde el
margen de error se reduce a la mínima expresión. A propósito, nunca antes le
había marcado cuatro goles al Santo en Carhué: fue la primera vez tras veintiún
años de enfrentamientos y dieciocho encuentros precedentes en tal escenario.
Abundan los argumentos para hacerle un lugar en el recuerdo.
El Verde respaldó su producción desde un estado de máxima
concentración. Para arriesgar, para asociarse, para progresar empujado por la
convicción, para pensar y tomar decisiones acertadas y para atacar con determinación.
Pero también para defender con fiereza y férreas marcaciones, para aventar el
peligro en situaciones extremas, para salir ganancioso en cada segunda pelota y
para no escatimar pierna fuerte en la refriega, aún, cuando el juez Cejas se
mostró tan riguroso como correcto en sus sanciones.
Atlético fue más desde el inicio mismo del encuentro.
Mucho más decidido, saltó al terreno de juego con el arco del tucumano Del
Valle entre ceja y ceja. Y avisó cuando apenas se disputaban 3 minutos con un
córner jugado desde la izquierda por Ramiro Palacio que Varela conectó sobre el
segundo palo en forma desviada.
El propio Ramiro Palacio, de estelar primer capítulo, a
los 6 puso en marcha la victoria con un magistral envío cruzado a la
incontenible proyección de Nahuel Stamm, el centrocampista la
peleó, se deshizo de la presencia de Belleggia y no dudó en despachar un
furioso remate cruzado para establecer el tempranero 1-0.
Los dirigidos por Martínez no mostraron ni una pizca de
conformismo y fueron por más. A los 10 lo tuvo Ramiro Palacio, desde un tiro
libre, y el balón tras superar el atolladero de piernas del área dio en el caño
izquierdo.
Dos minutos más tarde llegó el segundo. A la salida de un
lateral sobre la izquierda Musso despachó un centro pasado, Juan Cruz
Balvidares –de determinante presencia en ofensiva- la bajó al medio y Ramiro
Palacio, junto al palo derecho y exigido por la desesperada reacción
del golero Del Valle, firmó el segundo festejo de la parcialidad visitante que
acompañó en gran número.
San Martín encontró un respiro en un tiro libre de Cabral
a los 15 que, aunque fue un violento envío, viajó directo a las manos de Van
der tuin.
Atlético, por entonces, expuso un claro dominio. Apoyado
en una firmísima labor defensiva (ya se adivinaba una infranqueable tarde de
Guevara) se impuso, con notoriedad, en cada uno de los duelos individuales y
edificó una tarea colectiva sin fisuras.
Encima cuando mermó en la intensidad y cedió en parte la
iniciativa, no perdonó en la réplica. A los 35, y en un enorme contragolpe,
llegó a la tercera conquista. Ramiro Palacio recibió una salida sobre la
izquierda, se deshizo de Fogel (a quien atormentó durante la primera parte) y
cruzó otro exacto pase para la excursión sobre la derecha de Juan Cruz
Balvidares, el remate del lateral fue conjurado a medias por Del Valle y Santiago
Balvidares empujó al arco desprotegido.
Antes del descanso, San Martín tuvo su chance más clara y
Atlético respondió sobre el cierre con lo que pudo ser el cuarto tanto de no
mediar un oportuno cierre.
A los 41 Belleggia cruzó una buena pelota desde la
izquierda y el cordobés Nicolás Palacio, evidenciando sus credenciales y en la
única acción que pudo desprenderse de los centrales, enganchó en el borde del
área mayor y despachó con un colocado remate que pasó a centímetros del caño
derecho ante la atenta presencia de Van der tuin.
El Verde respondió a los 45 cuando, tras un tiro libre
que Previsdomini jugó de forma rápida y cerebral, Stamm chocó con el portero
Del Valle y Ramiro Palacio usufructuó el balón suelto para ajustar un remate al
palo izquierdo que fue despejado providencialmente por Patthauer.
Para el complemento el entrenador Eduardo López reordenó
las piezas urgido por el resultado parcial, pasó a defender con tres hombres y
liberó a Nicolás Cabral a posiciones ofensivas.
La primera del segundo período le correspondió a la visita.
A los 5 minutos Emanuel Allen dibujó gran jugada individual sobre la izquierda
y, una vez en el área, su remate bajo fue interceptado por el “uno” local.
A los 11 un centro desde la derecha de Ramiro Palacio
surcó el área sin que pudiera ser conectado y en la continuidad de la acción, y
tras una maniobra sobre la izquierda, Santiago Balvidares fue derribado por
González y el árbitro no dudó en marcar el penal. El “9” aceitero se hizo cargo
de la ejecución con un fuerte disparo al medio y el tucumano Del Valle, que se
jugó hacia la derecha, alcanzó a repeler el envío con sus piernas.
Respondió San Martín a los 16, cuando ya los centros
llovían con asiduidad al área del seguro Van der tuin y sus rendidores
zagueros. Un córner desde la derecha alcanzó a ser desviado y junto al primer
palo despejó, atento, Previsdomini.
Atlético continuó dominando y el local dependió
exclusivamente de algún envío largo de Belleggia desde el fondo o los contados
chispazos de Renato Casas, el más activo de los elementos ofensivos.
El visitante merodeó el cuarto tanto. A los 25 Ramiro
Palacio le dio al primer palo, tras una combinación con Santiago Balvidares, y
respondió Del Valle. Y a los 36, en devolución de gentilezas, el propio
Santiago Balvidares definió mordido y desviado luego de un pase filtrado de
Palacio.
Entre ambas acciones se produjeron las expulsiones de
Previsdomini, por doble amonestación, y de Calzetta, por exceso verbal tras un
gol anulado por posición indebida.
A los 41 llegó San Martín con un toque alto de Casas y en
una de las últimas postales, Atlético selló el 4-0. A los 48 el recién
ingresado Pitano pivoteó y descargó sobre la derecha para la proyección de Juan
Cruz Balvidares (ya posicionado como mediocampista tras la inclusión del
reaparecido Cascallares), éste ganó sobre su sector y cruzó un centro rasante
para su hermano Santiago Balvidares que se anticipó al arquero y le bajó el
telón a la función.
La
síntesis.
SAN MARTÍN DE CARHUÉ 0 ATL.HUANGUELÉN 4.
Disputado en el Estadio “Carlos Laspiur” de Carhué,
domingo 30/7/2017.
SAN MARTÍN DE CARHUÉ: Leonardo Del Valle (6) – Cristian
Ferreyra (4; 20mST Emiliano Santos, 5), Franco Andrés Belleggia (5), Nicolás
Rubén Cabral (5) y Héctor Fogel (3) – Gianfranco González (5) y Juan Emilio
Calzetta (4) – Guillermo Ezequiel Torraco (4; 9mST Martín Torres, 5), Renato
Jonathan Casas (5) y Gustavo Ariel Patthauer (4) – Nicolás Álvaro Palacio (4).
DT: Eduardo López.
ATL.HUANGUELÉN: Federico Carlos Van der tuin (7) – Juan
Cruz Balvidares (9), Gabriel Guevara (9), Diego Ariel Varela (8) y Daniel Musso
(8) – Nahuel Stamm (8; 36mST Gonzalo Kuhn), Sebastián Tesei (8), Marcos Ariel
Previsdomini (7) y Emanuel Allen (7; 40mST Gustavo Rubén Cascallares) – Santiago
Balvidares (9) y Ramiro Palacio
(9; 43mST Francisco Pitano). DT: Javier Martínez.
GOLES: 6mPT Nahuel Stamm (AH), 12mPT Ramiro Palacio (AH),
35mPT Santiago Balvidares (AH) y 48mST Santiago Balvidares (AH).
INCIDENCIA: a los 12mST Leonardo Del Valle (SMCar) le
atajó un penal a Ramiro Palacio (AH).
EXPULSADOS: 31mST Marcos Ariel Previsdomini (AH) y 32mST
Juan Emilio Calzetta (SMCar).
AMONESTADOS: Cristian Ferreyra, Nicolás Rubén Cabral,
Gianfranco González y Gustavo Ariel Patthauer (SMCar), Federico Carlos Van der
tuin, Daniel Musso, Sebastián Tesei, Marcos Ariel Previsdomini y Gabriel
Guevara (AH).
ÁRBITRO: Claudio Cejas (7).