El
Verde se mantuvo una hora en partido, aun cuando desde la media perdía por un
gol fortuito, hasta esos cinco minutos en los que San Martín estiró a tres la
ventaja y liquidó el pleito. En la vorágine del epílogo el Santo, justo
vencedor, terminó imponiéndose 4-2 y ganando el otro pasaje del Apertura a la
definición anual. Atlético acusó el golpe y terminó desdibujado. Hubo aristas
positivas en esta final, que sumadas a la campaña previa y las horas de vuelo en
cruces, invitan a una conclusión: el árbol no debe tapar el bosque.
Foto: Gentileza Facebook Club Atlético San Martín. |
Los cabildeos de una semana plagada de turbulencias,
entre reuniones, el riesgo manifiesto de suspensión y la renuncia de
integrantes del Tribunal de Penas. El histórico apagón en Argentina y parte de
la región austral de Sudamérica, y todas sus consecuencias. El invierno
adelantándose al calendario y desembarcando de lleno en el Parque Bove. Y algún
que otro dejavú, entre los memoriosos
albiverdes, de aquel gélido 9 de julio de 2000 en cancha de Boca (San Martín
derrotó 4-3 a Atlético por la final del primer torneo de la temporada). La de
este domingo, correspondiente a los cruces complementarios y con una plaza a la
definición anual en juego, ofrendaba un abanico de matices para abordarla.
Fue una final desde el inicio mismo y Atlético, fiel a
sus antecedentes inmediatos, estuvo a la altura de las circunstancias. Durante
media hora cumplió con una parte del plan: aguantó, sin pasar mayores
sobresaltos. Atento y firme en la marca Guevara, expeditivo para sacar todo del
fondo Juan Cruz Balvidares, personalidad y ubicuidad en Agustín Ferreyra (el más
destacado del Verde) para plantarse en la refriega del medio, siempre bien
secundado por Previsdomini. Atlético ratificaba una tajada de los rasgos que lo
llevaron a este partido, pero le faltaba un pase, una pizca de juego asociado,
una escapada de sus delanteros que le permitiera el descanso de adelantar
líneas. Así la pelota volvía al terreno propio de inmediato.
San Martín, aunque propietario del útil, tomó sus
recaudos. Desde la experiencia y la batuta de Franco Belleggia lució bien
parado en el fondo: supo cuándo pararse unos metros más arriba y manejó muy
bien el retroceso. Por delante el despliegue de Martín Torres, de tan
silencioso como fundamental trajín, y el pulcro manejo de Galván apuntalaban la
búsqueda del Santo.
En las áreas poco había sucedido hasta que a los 29
minutos Cristian Ferreira (de gran rendimiento) progresó por la derecha y colgó un centro
exacto para el cabezazo por el segundo palo de Leonel Alonso, respondió a puro
reflejo Van der tuin en primera instancia, pero el balón dio en el cierre
desafortunado de Juan Cruz Balvidares y, caprichoso, encontró un resquicio entre
el arquero y palo derecho. Aroma a catástrofe en ciernes, máxime cuando le
siguieron cinco minutos en los que Atlético lució aturdido y desordenado.
Sin embargo supo salir del brete y tuvo su chance antes
del descanso: a los 38 un centro pasado desde la derecha de Santiago Balvidares
fue bajado atrás por Palacio y Kuhn, con tiempo y espacio para perfilarse, le
dio de zurda forzando la respuesta del seguro Herrero contra la base del caño
derecho.
Aun con San Martín arriba en el marcador, la paridad en
el trámite se mantuvo en el comienzo del complemento. Lo tuvo Calzetta a los 8,
tras un centro desde la derecha de Gabino Belleggia, y le dio desviado. Y todo
Atlético protestó un penal sobre Ramiro Palacio, internándose al área por la
derecha, que obvió el juez Rodríguez.
Cinco minutos fatídicos dinamitaron las esperanzas de los
dirigidos por Suárez. A los 15 Casas dibujó un centro de zurda desde la derecha
y Leonel
Alonso, con el olfato goleador que lo caracteriza, no perdonó en la segunda que tuvo: ganó entre los centrales y peinó para poner la pelota lejos
de las posibilidades de Van der tuin, junto al palo izquierdo.
A los 19 Gabino Belleggia –en un partido de menor a
mayor, ya desequilibrante- probó de media distancia y tapó el “uno” aceitero. Y
un minuto más tarde sobrevino el tercero: falló Kuhn en una entrega en el borde
del área mayor y Pablo Galván cruzó un formidable y portentoso remate que dio en
el caño derecho y anidó en la red. Golazo.
Atlético pasó de estar en partido a sentir cómo se le esfumaba
la ilusión. Aun herido, le sobró insistencia. Empujaron Allen, Juan Cruz Balvidares
y Ferreyra, se entregó por completo Eduardo Balvidares. Un centro de Palacio
desde la derecha, a los 25, se cerró sobre el arco y cacheteó junto al travesaño
Herrero. También lo tuvo el ingresado Tomás Martín, de cabeza y tras otro
testazo del propio Eduardo devolviéndola desde la derecha, a los 32 y chocó con
otra providencial respuesta del ex golero de Peñarol de Pigüé.
Se abrieron los espacios para un San Martín avasallante y
el tramo final, en el golpe por golpe, tuvo ribetes potreriles. A los 38 se lo
perdió Cristian Torres ante Van der tuin tras un centro desde la izquierda de
Torraco y a los 39 irrumpió por la franja central Gonzalo Kuhn para, con un
disparo al palo derecho, achicar distancias.
La expulsión de Musso (poco antes había ingresado por el
lesionado Guevara) diluyó las ínfulas aceiteras y soltó definitivamente la
ofensiva santa. Van der tuin debió revolcarse una y otra vez, para negárselo en
sendas oportunidades en la misma jugada a Gabino Belleggia y otras dos a Cristian
Torres que finalmente, a los 47 y con un disparo desde el borde del
área, marcó el cuarto.
Maquilló el resultado, un minuto después, Tomás
Martín tras una jugada de Allen por la derecha y posterior centro bajo de Eduardo Balvidares. San Martín, merecido
vencedor, festejó el pasaje a la definición anual. Atlético se supo tan cerca
y, en la confusión del final, se sintió tan lejos.
Deberá remendar heridas en el Clausura y apoyarse en un
puñado de certezas. El dolor de una caída en la final se disipará, lenta y
progresivamente como toda pérdida, y la distancia dará lugar a la justa
valoración de la instancia alcanzada y los argumentos que cimentaron tal logro:
Atlético se codeó con los mejores y respondió en la alta exigencia. Al fin y al
cabo el árbol de la derrota no debe tapar el bosque.
La
síntesis.
SAN MARTÍN DE CARHUÉ 4 ATLÉTICO HUANGUELÉN 2.
Disputado en el Parque “Juan Emilio Bove” de Deportivo
Sarmiento, domingo 16/6/2019.
SAN MARTÍN DE CARHUÉ: Maximiliano Herrero (7) – Cristian Ferreira
(7), Lautaro Mildemberg (5), Franco Andrés Belleggia (6) y Nicolás Rubén Cabral
(6; 11mST Emiliano Santos, 6) – Martín Torres (8) y Pablo Galván (7;
35mST Cristian Torres) – Gabino Belleggia (7), Renato Jonathan Casas (6) y Juan
Emilio Calzetta (6; 25mST Guillermo Ezequiel Torraco, 5) – Leonel Alonso (7).
DT: Eduardo López.
ATLÉTICO HUANGUELÉN: Federico Carlos Van der tuin (5) –
Emanuel Allen (6), Juan Cruz Balvidares (6), Gabriel Guevara (5; 22mST Daniel
Musso) y Gustavo Rubén Cascallares (5) – Eduardo Andrés Balvidares (6), Agustín
Ferreyra (7), Marcos Ariel Previsdomini (5; 16mST Nahuel Stamm, 5) y Gonzalo
Kuhn (6) – Santiago Balvidares (5; 11mST Tomás Martín, 6) y Ramiro Palacio (5).
DT: Miguel Ángel Suárez.
GOLES: 29mPT Juan Cruz Balvidares (AH) en contra, 15mST
Leonel Alonso (SMC) de cabeza, 20mST Pablo Galván (SMC), 39mST Gonzalo Kuhn
(AH), 47mST Cristian Torres (SMC) y 48mST Tomás Martín (AH).
EXPULSADO: 40mST
Daniel Musso (AH).
AMONESTADOS: Gabriel Guevara, Agustín Ferreyra y Tomás
Martín (AH), Martín Torres, Cristian Torres y Renato Jonathan Casas (SMC).
ÁRBITRO: Nicolás Rodríguez (5).
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