Atlético finalista, por su método y un Palacio intratable.

Los dirigidos por Miguel Suárez derrotaron 3-0 a Automoto y en la final de los cruces complementarios se medirán con San Martín de Carhué. Ramiro Palacio marcó los tres goles: uno de penal en la primera parte y dos sobre el cierre del encuentro.

Foto: Gentileza Solo Fútbol.

Práctico y efectivo, Atlético superó el duro escollo que representaba Automoto y accedió a la final complementaria que otorga un cupo en la definición anual. Con los rasgos distintivos de su andar en los cruces (y pasajes de la fase regular) los comandados por Miguel Suárez volvieron a imponer condiciones, esta vez con el salto de calidad de un Ramiro Palacio implacable.

El Aceitero supo adecuarse a los momentos del partido. Usufructuó aquella ventaja inicial, alcanzada apenas superado el meridiano de la primera parte, capeó temporales desde una descollante labor defensiva y aprovechó sus chances. Siempre con la misma receta: el orden y el sacrificio como banderas, fortificar el último cuarto de la cancha con el repliegue de las líneas y esperar que se generen los espacios conforme adelante las suyas el rival. Del otro lado Automoto, que tuvo mayoritariamente la posesión del útil, no lo pudo lastimar.

Tuvo la primera el ganador en el amanecer del partido, cuando el cronómetro marcaba 6 minutos: Ramiro Palacio se escapó sobre la derecha y su definición baja encontró la oportuna resistencia de Fogel que, con su pie derecho, evitó la caída de su valla.

No obstante, poco a poco, Automoto comenzó a crecer en el terreno. Con Peralta, Quiroga y Salas dándole un buen destino a la salida y chispazos de Reynoso los dirigidos por Araneta se plantaron en campo antagonista, expusieron un dominio territorial pero carecieron de profundidad, más allá de algún desequilibrio por la derecha del ataque. Desde aquel sector, a los 25, partió un remate cruzado y desviado de Millán.

Atlético apenas salió del asedio, lastimó. Palacio –tras escapar de Aller- dibujó una habilitación exacta para la carrera de Santiago Balvidares, no llegó la cobertura de Sandoval y el mellizo, mano a mano con Fogel, fue derribado por el arquero. Baliño no dudó en pitar el penal y, a los 28, el propio Ramiro Palacio lo canjeó por gol.

Una vez en ventaja cedió la iniciativa, esperando el momento para explorar el terreno del contragolpe. Lo buscó Automoto, pero continuó chocando una y otra vez, al punto de solo generar cierto riesgo con un disparo de larga distancia de Quiroga, a los 40, que se marchó alto.

Foto: Gentileza Solo Fútbol.

Poco cambió tras el descanso. Empujó Automoto, jugó mayoritariamente en campo de Atlético e insistió con más tozudez que ideas. Acorraló al Verde durante media hora, pero no logró hacerle mella.

Resistió Atlético, aun cuando pareció sufrir el trámite, en su zona de confort. Líneas apretadas, reducción de espacios, presión en el terreno propio y salida rápida. Infranqueable Allen, amén de su acostumbrado despliegue, sacó todo de arriba Juan Cruz Balvidares, atento Gabriel Guevara en la marca y ya sin Kuhn, al filo de una segunda tarjeta amarilla, entró Previsdomini para colaborar en la contención con un utilitario Ferreyra, impecable en la cobertura de huecos.

Probaron Millán y Palacio, a los 17 y a los 18, en uno y otro arco con igual destino: sus remates se marcharon desviado. Araneta buscó variantes en ataque con los ingresos de Núñez y Roque, Suárez replicó con el del juvenil Tomás Martín, para revitalizar la ofensiva, y la presencia del experimentado Cascallares para reforzar el juego aéreo.

En el último cuarto de hora nuevamente salió del asedio Atlético. Avisó con un centro desde la derecha Palacio que, con Fogel fuera de escena (perdió en la salida con el delantero), fue despejado en el área menor ante la arremetida de Stamm y con otro envío del mismo sector que el propio Palacio pifió de frente al arco.

El mismo Ramiro Palacio tendría su revancha en el ocaso. A los 39 progresó en pared con Tomás Martín (entró en gran nivel) por el centro del ataque y, tras el formidable disparo de media distancia de este y la exigida respuesta de Fogel, recogió el rebote para luego de un recorte hacia adentro soltar la pelota con categoría al poste izquierdo.

El “9” todavía se reservaba una última aparición: a los 45 recibió una pelota larga de Ferreyra y se marchó en soledad por la izquierda para eliminar a Fogel primero y luego elegir nuevamente el mismo palo ante el cierre desesperado de dos defensores.

Foto: Gentileza Solo Fútbol.

Práctico y efectivo Atlético va. Sólido cuando cede la iniciativa, letal (marcó diez goles en los tres cruces) cuando se despliega en ataque. Los argumentos para llegar a la última semana del Apertura con posibilidades manifiestas de soñar con la definición de la temporada.

La síntesis.

AUTOMOTO DE TORNQUIST 0 ATLÉTICO HUANGUELÉN 3.

Disputado en el Estadio “Eduardo Gayraud” de Club Sarmiento, domingo 9/6/2019.

AUTOMOTO DE TORNQUIST: Maximiliano Fogel (5) – Ramón Aller (5), Gastón Pollio (5), Matías Salas (6) y Emiliano Sandoval (5; 17mST Ayrton Núñez, 5) – Agustín Reynoso (6), Marcos Quiroga (6), Arturo Matías Peralta (6) y Facundo Villar (5; 37mST Lautaro Alchao) – Marcos Piedrabuena (5; 25mST Nicolás Roque, 5) y Nicolás Axel Millán (5). DT: Octavio Araneta.

ATLÉTICO HUANGUELÉN: Federico Carlos Van der tuin (6) – Emanuel Allen (8), Juan Cruz Balvidares (8), Gabriel Guevara (7) y Daniel Musso (6) – Eduardo Andrés Balvidares (6; 30mST Gustavo Rubén Cascallares), Agustín Ferreyra (7), Gonzalo Kuhn (6; ST Marcos Ariel Previsdomini, 6) y Nahuel Stamm (6) – Santiago Balvidares (6; 21mST Tomás Martín, 7) y Ramiro Palacio (10). DT: Miguel Ángel Suárez.

GOLES: 28mPT Ramiro Palacio (AH) de penal, 39mST Ramiro Palacio (AH) y 45mST Ramiro Palacio (AH).

AMONESTADOS: Ramón Aller (Aut), Gabriel Guevara, Gonzalo Kuhn, Daniel Musso, Ramiro Palacio y Agustín Ferreyra (AH).

ÁRBITRO: Kevin Baliño (5).