domingo, 1 de octubre de 2017

Automoto, un victimario repetido.

En Tornquist, el dueño de casa derrotó 2-1 a Atl.Huanguelén tal como ocurriese en los Cuartos de final del Apertura. Un gol en contra de Emiliano Sandoval adelantó a la visita y el local lo revirtió con tantos de Carlos Henneberg y Ayrton Núñez, la figura.

El 2-1 de Automoto. Foto: Gentileza DeporTornquist.
Automoto, que arrastraba el lastre de dos derrotas en el comienzo del Clausura, sumó sus primeras tres unidades al doblegar a Atl.Huanguelén, que afrontaba el duelo envalentonado por sendas victorias iniciales.

El de Tornquist fue un justo vencedor. Dominó mayoritariamente el trámite, generó más y mejores llegadas de riesgo que su rival de turno, contó con un endiablado y punzante Núñez y con una mayor determinación para imponerse en cada pelota dividida y hacerse fuerte en el roce.

El dueño de casa asumió el protagonismo desde el pitazo inicial e impuso condiciones en una primera parte en la que ejerció un claro dominio en el primer cuarto de hora, con cuatro situaciones nítidas en su haber, y otro meramente territorial en la restante media.

Apenas se disputaban dos minutos y los dirigidos por Salvi ya habían llegado en dos oportunidades. Primero Juan Cruz Balvidares cerró con lo justo ante Bilbao tras una pifia de Guevara y en la siguiente jugada Henneberg cabeceó apenas desviado.

Atlético, en su única aproximación de la primera mitad, respondió a los 5 minutos mediante un tiro libre de Palacio que el golero Fabián Villar controló junto al ángulo superior izquierdo.

Automoto continuó machacando y contó con otras dos chances claras. A los 12 Núñez dibujó un slalom de la izquierda hacia el centro y su disparo de botín diestro estremeció el travesaño y a los 15, tras un centro del propio Núñez desde la derecha, un cabezazo de Giménez fue conjurado providencialmente por Van der tuin sobre el palo derecho.

Fue precisamente el número 11 local, Ayrton Núñez, un problema sin solución para el andamiaje defensivo de Atlético. Estacionado generalmente sobre la izquierda fue cuota de desequilibrio constante y lastimó cada vez que recortó para su perfil.

Lo que siguió, hasta el final de la primera parte, fue un trámite tan friccionado como cortado con escaso tiempo neto de juego. Automoto ejerció un dominio territorial, jugando mayoritariamente en campo antagonista, pero sin profundidad. De todos modos pudo haber concretado la apertura cuando a los 42 minutos ni Henneberg ni Núñez pudieron conectar de lleno un buen desborde de Escobar por la derecha.

Atlético, como toda la tarde a excepción de un puñado de minutos luego de ponerse en ventaja, lució aturdido. Resistió más de la cuenta en el primer capítulo, sufrió cada vez que lo atacaron por las bandas, careció de volumen de juego y en ofensiva dependió en exclusividad de los arrestos individuales de Santiago Balvidares.

En el comienzo de la segunda mitad el Verde encontró un respiro. Tras un reinicio tan desalentador como aquel primer tiempo, la visita se adelantó en el marcador a los 5 minutos. Un tiro libre desde la derecha de Palacio no llegó a ser cabeceado por Previsdomini y ante la arremetida de Guevara por el segundo palo fue Emiliano Sandoval quien vulneró su propia valla.

Pareció hacer pie el elenco de Martínez e incluso llegó a una segunda conquista por Palacio anulada a instancias del juez asistente, que indicó que a Santiago Balvidares –en la gran jugada previa- se le escapó el esférico por línea de fondo.

La respuesta del local no se hizo esperar. A los 16 minutos nuevamente Núñez recortó de la izquierda hacia el medio y su centro bajo surcó el área para que la aparición fantasmal de Carlos Hernán Henneberg por atrás de todos decretara la igualdad en un tanto.

El propio Núñez despachó un preciso centro que Bilbao cabeceó alto a los 24 y un minuto más tarde llegó el segundo tanto del local. Exacto pase en profundidad y entre líneas de Facundo Villar, otro destacado, para la diagonal del movedizo Ayrton Núñez a espaldas de los centrales y éste que derrota a Van der tuin con un tiro rasante ante su salida.

Lo intentó Atlético en el tramo postrero (Fabián Villar controló un cabezazo de Previsdomini a los 29 y un remate de Palacio viajó a sus manos a los 38) y hasta terminó con cuatro delanteros en cancha con los ingresos de Pitano y el reaparecido Eduardo Balvidares.

También lo tuvo Automoto por intermedio del siempre inquietante Henneberg. A los 39 ganó sobre la izquierda y su disparo dio en la parte posterior de la red y a los 41 aprovechó una desatención entre Guevara y Cascallares para enfilar por el centro hacia al arco y chocar con la atenta respuesta del golero visitante.

Un tibio tiro libre de Palacio a las manos de Villar a los 47 le bajó el telón a una tarde en la que Atlético no mostró su mejor versión y por segunda vez en la temporada mordió el polvo de la derrota ante Automoto.


La síntesis.


AUTOMOTO DE TORNQUIST 2 ATL.HUANGUELÉN 1.
Disputado en el Estadio “Agustín Ruppel” de Tornquist, domingo 1/10/2017.

AUTOMOTO DE TORNQUIST: Fabián Villar (6) – Nicolás Escobar (6), Lucas Giménez (6), Gastón Pollio (6; 45mST Ramón Aller) y Alexis Catalán (6; 45mST Nicolás Grassi) – Facundo Villar (7), Facundo Quiroga (6), Emiliano Sandoval (6) y Ayrton Núñez (9) – Hernán Bilbao (6) y Carlos Hernán Henneberg (7). DT: Eduardo Daniel Salvi.

ATL.HUANGUELÉN: Federico Carlos Van der tuin (6) – Juan Cruz Balvidares (5), Gustavo Rubén Cascallares (6), Gabriel Guevara (6) y Daniel Musso (5; 31mST Francisco Pitano) – Sebastián Tesei (5), Gonzalo Bravo (6), Marcos Ariel Previsdomini (6) y Nahuel Stamm (5; 39mST Eduardo Andrés Balvidares) – Santiago Balvidares (6) y Ramiro Palacio (5). DT: Javier Martínez.

GOLES: 5mST Emiliano Sandoval (Aut) en contra de su valla, 16mST Carlos Hernán Henneberg (Aut) y 25mST Ayrton Núñez (Aut).

AMONESTADOS: Emiliano Sandoval, Gastón Pollio y Carlos Hernán Henneberg (Aut), Santiago Balvidares y Sebastián Tesei (AH).

ÁRBITRO: Mauricio Aizcorbe (5).


RESERVA: Automoto de Tornquist 1 (Juan Cabrera de penal) Atl.Huanguelén 5 (Joel Oscar Sternari –dos-, Rodrigo Guevara, Eduardo Andrés Balvidares y José Nabaes de penal).

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