domingo, 10 de julio de 2016

Atlético rompió el maleficio.

Empató 1-1 con Peñarol de Pigüé y, por la ventaja deportiva, accedió a Cuartos de final en el primer cruce que supera en los últimos catorce años. Maximiliano Diel puso en ventaja a la visita e igualó Ramiro Palacio. En el epílogo fueron expulsados Maximiliano Herrero y Simón Salvi.


Fueron trece cruces funestos, trece frustraciones acumuladas. Dos veces en semifinales (ambas como local, en 2004 y 2005), dos en Cuartos de final y nueve en Octavos, Atlético Huanguelén supo morder el polvo de la derrota. Desde aquella final y título de la temporada 2002 que los enfundados de verde y blanco no superaban una instancia de mano a mano.

Este domingo Atlético, con Javier Martínez como orientador, se sacudió el maleficio y terminó la jornada con una sonrisa grande. Claro que antes debió sufrir: recibió un gol desde el vestuario y estuvo ochenta minutos en desventaja, chocó sistemáticamente con la férrea defensa azulgrana y se expuso (principalmente en la primera parte) a situaciones de riesgo de un Peñarol que hizo un muy buen partido.

Apenas se disputaban 35 segundos cuando el visitante se puso en ventaja. Córner desde la izquierda de Joaquín Salvi que no pudo ser interceptado ni por el arquero ni los defensores albiverdes y Maximiliano Gustavo Diel se encontró el balón a dos metros de la línea de sentencia y no perdonó.

La tempranera conquista le allanó los caminos al conjunto pigüense que desde la firmeza defensiva, el orden y la solidaridad al servicio del equipo dejó una mejor imagen en la primera parte.

Atlético acusó el golpe y antes del cuarto de hora lució recuperado, con el empuje de Previsdomini y la verticalidad de Santy Balvidares como principales argumentos. Sin embargo chocó una y otra vez con la pragmática defensa de Peñarol (muy buenas labores de los zagueros Diel y Olaverría) y no pudo traducir sus intentos en situaciones de riesgo.

Sí las tuvo la visita. Probó desviado de media distancia Weisbeck a los 17, un tiro libre de Joaquín Salvi a los 21 dio en la barrera y tuvo similar destino, el propio Joaquín Salvi (de gran primer tiempo) le ganó a Guevara sobre la izquierda a los 32 y su remate fue conjurado por Van der tuin, el golero aceitero también tapó un disparo de Monterubianessi a los 43 y el Azulgrana estuvo a las puertas del segundo tanto en la última jugada de la primera mitad. Cuando el cronómetro marcaba 47 minutos Joaquín Salvi, ya una pesadilla para el fondo local, dibujó una gran jugada otra vez por la izquierda y Santiago Trujillo –en la línea del área chica y frente al arco- increíblemente elevó su disparo.

Para el segundo período, Atlético ajustó sus falencias defensivas y Peñarol, siempre ordenado, continuó resistiendo y ya no tuvo tantas chances. Sin embargo, el Verde siguió careciendo de peso en los metros finales. Completaba el formulario hasta tres cuartos de cancha rival y allí perecía ante un Peñarol que se reagrupaba para defender los embates.


Ingresaron los juveniles Fibiger y Allen para oxigenar el mediocampo, y también Iribarne para plantear un esquema con tres delanteros y una nítida referencia de área en la figura del corpulento atacante.

Peñarol llegó con un tiro libre de Joaquín Salvi a los 29 que tapó Van der tuin sobre su palo derecho y cuando el correr de las agujas del reloj se convertía en su peor enemigo, Atlético alcanzó el ansiado empate. Sobre los 34 minutos y tras un córner de Eduardo Balvidares, el Verde hizo carne aquel viejo axioma que reza que “dos cabezazos en el área es gol”: Previsdomini (la figura del encuentro) peinó en el primer palo y por el segundo con un frentazo franco Ramiro Palacio desató la algarabía de la parcialidad local que acompañó en gran número.

Un nuevo tiro libre –esta vez ejecutado por Acosta- encontró la respuesta de Van der tuin sobre la izquierda a los 36 y también Herrero se hizo presente al sacar del ángulo superior izquierdo un magnífico envío de Elián Fibiger de media distancia a los 38.

En el final Peñarol, presa de los nervios, se quedó con nueve hombres. Primero fue el golero Herrero quien vio la roja cuando derribó lejos de su hábitat natural a Santy Balvidares (Weisbeck se calzó los guantes aún cuando restaba un cambio en la escuadra pigüense) y luego Simón Salvi –recién ingresado- cuando la visita reclamó una infracción penal de Guevara a Monterubianessi.

Con el pitazo final de Ramón Martínez (se jugaron 55 minutos en el complemento), Atlético dio rienda suelta a un festejo largamente esperado. No era para menos: al fin se deshizo del karma de los cruces definitorios y en Cuartos visitará a Club Sarmiento.


La síntesis.


ATL.HUANGUELÉN 1 PEÑAROL DE PIGÜÉ 1.
Jugado en el Estadio “Juan Eduardo Christiani”, domingo 10/7/2016.

ATL.HUANGUELÉN: Federico Carlos Van der tuin (6) – Juan Cruz Balvidares (6), Gabriel Guevara (5), Federico Bravo (5) y Daniel Musso (6; 29mST Gerardo Mauricio Iribarne) – Juan Manuel Attadía (5; 25mST Emanuel Allen, 5), Marcos Ariel Previsdomini (8), Gonzalo Kuhn (5; 23mST Elián Fibiger, 6) y Santiago Balvidares (7) – Ramiro Palacio (7) y Eduardo Andrés Balvidares (5). DT: Javier Martínez.

PEÑAROL DE PIGÜÉ: Maximiliano Herrero (5) – Marcos Parada (5; 41mST Simón Salvi), Maximiliano Gustavo Diel (8), Nicolás Olaverría (7) y Junior King (6) – Damián Weisbeck (6), Santiago Rojas (6) y Tomás Monterubianessi (7) – Joaquín Salvi (8) y Juan Manuel Dietrich (7) – Santiago Trujillo (5; 28mST Luciano Acosta). DT: Eduardo Daniel Salvi. 

GOLES: 35segPT Maximiliano Gustavo Diel (PeñP) y 34mST Ramiro Palacio (AH) de cabeza.

EXPULSADOS: 47mST Maximiliano Herrero (PeñP) y 52mST Simón Salvi (PeñP).

AMONESTADOS: Gabriel Guevara, Santiago Balvidares y Marcos Ariel Previsdomini (AH), Santiago Trujillo y Simón Salvi (PeñP).

ÁRBITRO: Ramón Alberto Martínez (5).

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