Atlético
Huanguelén superó, con la autoridad que indica el resultado, 4-0 a Blanco y
Negro en la menor de las categorías formativas y decidirá el título de la
temporada con Deportivo Sarmiento, que eliminó a Automoto. No pudo ser para la
Quinta aceitera: tras estar en ventaja, perdió 3-1 con San Martín de Carhué y
se despidió.
Una de cal y una de arena para las Inferiores que dirige
Ramiro Palacio en la calurosa tarde del “Walter Alric” de Pigüé y por las
Semifinales del torneo oficial del fútbol formativo liguista. Mientras la
Octava goleó 4-0 a Blanco y Negro (todos los goles en el primer tiempo) y se
ganó el derecho a disputar la final anual, la Quinta –que comenzó ganando- fue
superada por San Martín de Carhué 3-1 y cerró su participación en la temporada.
La
confirmación de un gran año: Octava finalista.
Solo resta un peldaño más. Un último escalón, un último
esfuerzo. La campaña inmaculada de Atlético Huanguelén reclama, exige, un final
feliz. Claro que en el fútbol la sumatoria de dos y dos no siempre da por resultado
cuatro, pero hay sobrados motivos que cimientan la ilusión de la menor de las
categorías formativas aceiteras.
El Verde continúa transitando los cruces con la autoridad
y la solvencia que caracterizaron su andar en la temporada regular. Único
invicto del ámbito liguista (contando las seis categorías oficiales) sumó este
sábado su vigésimo triunfo del año (empató los restantes seis encuentros) para
ganarse el derecho a disputar la final de la temporada.
En el camino quedó Blanco y Negro, un duro escollo al que
minimizó y no necesitó más que un tiempo para liquidar el pleito. Los
antecedentes inmediatos indicaban que con el Albinegro habían protagonizado los
duelos más parejos de la Zona “B”: sendos empates 1-1 en la primera y segunda
rueda y un ajustado 3-2 (con un Joaquín Villar estelar, autor de las tres
conquistas) en Coronel Suárez por la tercera.
La historia, y aunque Atlético ya insinuaba cierta
superioridad, parecía repetirse en Pigüé tras los primeros pasajes pero una vez
que el Aceitero obtuvo la ventaja inicial ya no hubo lugar para la duda.
Se disputaban 10 minutos cuando Matías Magdaleno, en gran
jugada personal, comandó un ataque por el centro y abrió a la izquierda para la
aparición de Joaquín Villar que, mano a mano con el arquero, lo venció con
un disparo cruzado. A partir del gol de Coco
(el número 31 en la categoría; marcó otros dos en Séptima) el Aceitero no
tuvo mayores inconvenientes para prevalecer.
Tomás
Villar, otra vez figura, se encargó de aumentar la diferencia,
poniéndole su rúbrica al segundo y tercer tanto albiverde. A los 13, tras
recibir una descarga de Agustín Loos desde el borde del área mayor, con un
formidable remate de larga distancia que viajó sin escalas al ángulo derecho. Y
a los 21, luego de un gran contragolpe que urdió junto a su primo Joaquín (muy
lúcido para quitarse el primer escollo sin siquiera tocar la pelota) desde
mitad de cancha, con una definición excelsa por encima del arquero tras un
primer intento que tapó el “uno”.
Sobre el cierre de la primera parte –a los 24- llegaría
el cuarto: Matías Magdaleno se asoció con el propio Tomás Villar en el
borde del área mayor y, con un puntazo a la base del caño izquierdo, puso
prematuras cifras definitivas.
El complemento fue un mero formalismo. Atlético manejó
los tiempos del encuentro a placer aunque contó, principalmente en los pies de
Agustín Loos y Matías Magdaleno (el palo se lo negó en una oportunidad), con
chances propicias para alargar la ventaja.
En la final se medirá con Deportivo Sarmiento, que venció
2-1 a Automoto de Tornquist en la otra semifinal. Con el Verdirrojo ya se midió
en la etapa clasificatoria con saldo positivo: lo venció 5-0 en la primera
rueda (cuatro goles de Tomás Villar), empató 0-0 en la segunda (en Coronel
Suárez) y se impuso 2-0 en la tercera, en el comienzo de un sprint final que le
permitió arrebatarle el primer lugar de dicha ronda.
Quinta:
derrota y despedida.
Atlético, que comenzó ganando, no supo sostener la
ventaja y terminó cayendo 3-1 ante San Martín de Carhué (disputará la final con
Puan Foot-Ball Club) para culminar su participación en la temporada.
A los 8 minutos del primer capítulo Mariano Leguía adelantaba
al Aceitero. Tras recibir de su hermano Matías un pase en profundidad, enganchó
en el área y con un bombazo alto inauguró el marcador.
Poco duró la ventaja ya que a los 20 llegaría la
igualdad. Una desatención defensiva, la lejana salida de Tomás Kuhn cometiendo
penal y la ejecución de Pedro Barreiro para canjearlo por
gol.
El Santo se pondría en ventaja recién promediando el
complemento cuando –a los 13- luego de una tapada de Tomás Kuhn y una serie de
rebotes dentro del área menor aprovechó Nicolás Seijas.
Acusó el golpe Atlético, que lució aturdido y nervioso, y
no pudo volver al partido. La expulsión de Iñaki Gurruchaga (recién ingresado;
disputó apenas un puñado de minutos) a los 23 terminó por derrumbarlo y a los
30 Tobías
Sallago estableció el 3-1 definitivo.
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