jueves, 3 de octubre de 2019

Atlético Huanguelén: Balance de la temporada 2019.


El desglose en números de la campaña del Aceitero en el presente curso. Sendas aceptables etapas clasificatorias, un recorrido inédito y de ribetes históricos en los cruces del Apertura (ganó tres, la misma cantidad que en los 32 años precedentes, y quedó a un paso de meterse en la definición anual), el punto final a largas rachas adversas (derrotó a Tiro de Puan, Boca y Deportivo Argentino, como visitante, y a Deportivo Sarmiento) y la efectividad más alta desde el título de 2002 fueron los rasgos característicos del año. Ramiro Palacio, con trece tantos, fue el goleador del equipo.  

Formación inicial de la final de los cruces complementarios.

La derrota en la definición por penales ante Puan Foot-Ball Club, por la primera instancia de los cruces complementarios, marcó la prematura despedida de Atlético Huanguelén del fútbol liguista en una temporada que lo supo tener como firme protagonista en el Apertura y redondeando –por un margen mínimo- la eficacia más alta desde el título de 2002, aun cuando incluyó el cambio de entrenador en su transcurso (Damián Allen sucedió a Miguel Suárez –en su tercer ciclo en el club- a partir de la tercera fecha del Clausura).

Su performance en las dos etapas clasificatorias fue similar tanto en el rendimiento (un punto menos en el Clausura aunque, paradójicamente, le bastó para disputar el primer cruce como local) como en el desarrollo.

A un comienzo con resultados alentadores en ambos torneos (empate 1-1 con Club Sarmiento en Pigüé y triunfo 3-0 en Puan ante Tiro, luego de más de 18 años, en el Apertura; victorias 2-0 ante el propio Club Sarmiento y 1-0 ante Deportivo Argentino como visitante, tras 31 años, en el Clausura) le siguió una magra cosecha de un punto sobre nueve en juego y una posterior racha positiva que lo devolvió a la pelea: a partir de la sexta fecha (1-0 vs. Deportivo Sarmiento, gol en el minuto 87 de Nahuel Stamm) en el Apertura para encadenar cinco partidos sin derrotas (cuatro triunfos, un empate) y a partir de la séptima (3-2 vs. Independiente, gol en el minuto 95 de Eduardo Balvidares) en el Clausura para enhebrar cuatro cotejos sin caídas (tres victorias, una igualdad).

Con chances manifiestas de acceder a los primeros dos lugares (con el guiño cómplice de otros resultados) de la Zona “B” llegó a la última fecha, en ambas oportunidades cayó a manos de un eliminado Empleados de Comercio y debió afrontar los cruces complementarios. En dicha instancia residió la diferencia sustancial entre uno y otro torneo.

Aquel cierre del Apertura fue la mejor versión del equipo. El triunfo en Boca luego de catorce años fue el espaldarazo a una estructura que tuvo en la solidez (apretujado en su campo, defendiendo espacios reducidos), en el repliegue como zona de confort y en el poderío ofensivo en los duelos mano a mano sus rasgos distintivos.

En los cruces Atlético superó tres instancias, en tiempo reglamentario y con holgura, en apenas catorce días: 4-1 a Peñarol en Guaminí, 3-0 a San Martín en Santa Trinidad y 3-0 a Automoto en la neutral Pigüé con tres goles de Ramiro Palacio. La misma cantidad que había ganado de 1987 a la fecha y sobre 27 partidos de eliminación directa disputados.

A un paso quedó de meterse en la definición anual. Estuvo una hora en partido, dio la talla y se derrumbó tras el segundo tanto de un merecido vencedor San Martín de Carhué en la final.

En el Clausura, con el cambio de entrenador incluido, Atlético mantuvo la misma idea de juego, aunque el funcionamiento no lució tan aceitado. Con el atenuante de las ausencias (las definitivas y las ocasionales, por lesión o suspensión) no siempre fue el equipo corto del primer torneo del año, evidenció alguna dificultad en el retroceso y con la partida de Juan Cruz Balvidares, su figura de la primera mitad, perdió solidez.

Cuando se reencontró con aquellos atributos que lo llevaron a la definición del Apertura, obtuvo un triunfo de vital importancia en Carhué (1-0 vs. San Martín), volvió a los primeros planos y encendió la llama de la ilusión.

Le siguió un trabajoso triunfo ante Boca (venció a los equipos que, a la postre, se quedaron con los dos primeros lugares) y la mencionada derrota en Guaminí que no le permitió acceder a Semifinales.

Las imágenes del epílogo, tras el empate –mereciendo algo más- y la moneda de los penales cayendo para el lado del Faraón, mostraron las mismas sensaciones entre jugadores, cuerpo técnico y simpatizantes. La desazón, el sinsabor, de lo que pudo ser y no fue. El despojo. Las manos vacías. El análisis más sesudo quedará para cuando pase la efervescencia, cuando el tiempo –y vaya que lo hay hasta el inicio de la próxima temporada- haga lo suyo, cuando el dolor se disipe y las heridas cicatricen. Entonces se rescatarán los aspectos positivos, se valorará aquel recorrido de ensueño en los primeros cruces, habrá lugar para la gratitud y emergerá la necesidad, mixtura de tozudez y convicción, de volver a intentarlo.


Todos los números:

-27 partidos jugados.

-13 partidos ganados. Cinco de local, siete de visitante y uno en escenario neutral.

-6 partidos empatados. Cuatro de local y dos de visitante.

-8 partidos perdidos. Tres de local, cuatro de visitante y uno en escenario neutral.

-45 puntos sumó en la temporada: 18 en la etapa clasificatoria del Apertura, 17 en la del Clausura y 10 en los cruces complementarios.

-55.5 por ciento de eficacia (obtuvo 45 puntos sobre 81 en juego). El mayor coeficiente desde el título de 2002 a la actualidad. Desde entonces es la cuarta temporada en la que Atlético cosecha más de la mitad de las unidades en juego. Las anteriores: 2004 (54.7 %) con Pablo Gustavo Piro como entrenador, 2016 (52.4 %) y 2017 (54.8 %) bajo la conducción de Javier Martínez.

-46 goles convirtió en la temporada.

-33 goles le marcaron, todos a Federico Van der tuin.

-2 entrenadores tuvo en la temporada: Miguel Ángel Suárez (17 partidos: 9 ganados, 3 empatados, 5 perdidos, 58.8 % de eficacia) y Alejandro Damián Allen (10 partidos: 4 ganados, 3 empatados, 3 perdidos, 50 % de eficacia).

-27 jugadores fueron utilizados en Primera División por ambos entrenadores. Se considera sólo a quiénes sumaron minutos en la máxima categoría. Otros seis hombres (Pablo Herlein, Gregorio Previsdomini, Enzo Brai, Facundo Macrón, Román Kuhn y Federico Burmeister) integraron el banco de relevos sin ingresar.

-4 jugadores debutaron oficialmente en la Primera División de Atlético Huanguelén en la temporada: Javier Jara, Iñaki Gurruchaga, Álvaro Collins y Matías Leguía.

-27 partidos jugaron Federico Van der tuin y Nahuel Stamm, quiénes tuvieron asistencia perfecta. El arquero disputó todos los minutos. Les siguieron: Eduardo Balvidares, 26 encuentros; Emanuel Allen, Gonzalo Kuhn y Ramiro Palacio, 25; Gustavo Cascallares, 21; Agustín Ferreyra, 20; Juan Cruz Balvidares y Marcos Previsdomini, 18.

-13 goles en 25 partidos marcó Ramiro Palacio, el máximo anotador de la campaña. Marcos Previsdomini (6 tantos en 18 cotejos) y Gonzalo Kuhn (6 en 25 encuentros) completaron el podio de los que más llegaron a la red.

-13 jugadores diferentes convirtieron a lo largo del año. Además de los mencionados hicieron su aporte: Eduardo Balvidares, cinco goles; Ramiro Guevara, cuatro; Tomás Martín, tres; Nahuel Stamm, dos; Juan Cruz Balvidares, Gonzalo Bravo, Gabriel Guevara, Santiago Balvidares, Emanuel Allen y Marcos Arriaga, uno.

-2 jugadores convirtieron por primera vez en la máxima categoría del Verde: Ramiro Guevara, en el 3-1 vs. Tiro Federal de Villa Belgrano, y Marcos Arriaga, en el 2-3 vs. Empleados de Comercio.

-134 goles en 271 partidos ha convertido Ramiro Palacio en la Primera División de Atlético Huanguelén, máximo goleador aceitero del último medio siglo.

-9 asistencias cedió Ramiro Palacio, el jugador con más pases-gol de la campaña. Eduardo Balvidares, con 7 asistencias, y Emanuel Allen, con 4, lo siguieron en este rubro.

-6.33 fue el promedio “El Blog del Verde” de Juan Cruz Balvidares a lo largo de 18 partidos puntuables, el mejor jugador aceitero de la temporada para la página. Se considera solo a quiénes fueron puntuados al menos en el sesenta por ciento de los encuentros. Al defensor le bastó con su condición de símbolo de la primera mitad del año para destacar por un margen mínimo entre varios rendimientos parejos. Los otros destacados del año: Marcos Previsdomini (6.28 en 18 partidos), Agustín Ferreyra (6.22 en 18), Ramiro Palacio (6.20 en 25) y Eduardo Balvidares (6.15 en 26).

-12 expulsados (Gonzalo Bravo –dos veces-, Sebastián Tesei –dos-, Tomás Martín –dos-, Emanuel Allen, Daniel Musso, Gonzalo Kuhn, Gabriel Guevara, Ramiro Guevara y Agustín Ferreyra) sufrió Atlético Huanguelén en la temporada.

-11 tarjetas amarillas recibió Gonzalo Kuhn según los registros oficiales de la LRF, el jugador más amonestado del plantel. Lo siguieron Eduardo Balvidares y Agustín Ferreyra con 9, Federico Bravo y Marcos Previsdomini con 8.

-7 penales a favor tuvo Atlético Huanguelén en el Apertura. Todos rematados por Ramiro Palacio: seis convertidos (1-2 vs. Empleados de Comercio, 3-0 vs. Automoto, 2-0 vs. Club Sarmiento, 3-3 vs. Automoto, 3-2 vs. Independiente y 2-3 vs. Empleados de Comercio) y lo estrelló en un palo en el 3-0 vs. San Martín de Santa Trinidad.

-4 penales le sancionaron en contra. Convertidos por Bautista Waigel (4-1 vs. Peñarol de Guaminí), Santiago Fernández (1-2 vs. Deportivo Sarmiento), Francisco Ojeda y Luka Olmedo (2-3 vs. Empleados de Comercio).

-6 veces lo dirigió Ramón Martínez, el árbitro que más le asignaron. Ariel Scotta lo dirigió en tres oportunidades, mientras Maximiliano González, Andrés Prendel, Daniel Ferreyra, Eladio Haedo y Walter Vargas lo dirigieron en dos partidos.

-12 jugadores que conformaron el plantel del Apertura superan el centenar de partidos en la Primera División de Atlético Huanguelén. Ellos son: Gustavo Cascallares (299), Ramiro Palacio (271), Federico Van der tuin (228), Eduardo Balvidares (186), Gonzalo Kuhn (177), Marcos Previsdomini (176), Santiago Balvidares (144), Sebastián Tesei (143), Juan Cruz Balvidares (122), Nahuel Stamm (117), Daniel Musso (115) y Emanuel Allen (108).


Rachas:

-Derrotó a Tiro Federal de Puan luego de 12 años y seis meses, y como visitante luego de 18 años y seis meses.

-Derrotó a Deportivo Sarmiento luego de 6 años y seis meses, y en condición de local tras 15 años y diez meses.

-Derrotó a Boca Juniors como visitante tras 13 años y diez meses.

-Ganó la misma cantidad de cruces en tiempo reglamentario, en apenas catorce días, que en los últimos 32 años. Atlético se impuso en tres de cinco duelos de eliminación directa. Desde 1987 (desempate del cuarto puesto del Clasificatorio vs. Peñarol de Pigüé, para definir quien continuaba en la Liguilla Campeonato y quien en la Permanencia) hasta los Playoff del Apertura había disputado 27 cruces eliminatorios. Había perdido 17, empatado 9 y ganado solo tres: 2-0 vs. Blanco y Negro en la segunda final de la temporada 2002, 1-0 vs. Club Sarmiento por los Cuartos de final del Apertura 2016 y 4-0 vs. San Martín de Carhué por los Octavos de final complementarios del Apertura 2017.

-Por primera vez ganó un cruce eliminatorio en tiempo reglamentario en cancha neutral (3-0 vs. Automoto de Tornquist). En las nueve presentaciones previas empató en cinco oportunidades (dos veces se impuso en definición por penales y en las restantes tres cayó por la misma vía) y perdió en cuatro.

-Derrotó a Deportivo Argentino como visitante luego de 31 años y tres meses.

-Por primera vez en la historia perdió con Tiro Federal de Villa Belgrano. Desde el primer enfrentamiento –en 1994, por la Primera División B- Atlético acumulaba dieciocho triunfos y una igualdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario